Mientras allí en el claro
se detiene el perfume de las rosas,
el envanecido murmullo
de los pájaros,
aquí, en mis adentros,
arrecia la tormenta
y con furia cabalgan
negrura y sombra,
me dejan el
negro y baldío desvelo,
los dañados bordes
de un corazón casi vencido,
las detenidas horas
en las que mi otro cuerpo
se perdiera.
se detiene el perfume de las rosas,
el envanecido murmullo
de los pájaros,
aquí, en mis adentros,
arrecia la tormenta
y con furia cabalgan
negrura y sombra,
me dejan el
negro y baldío desvelo,
los dañados bordes
de un corazón casi vencido,
las detenidas horas
en las que mi otro cuerpo
se perdiera.
NG
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