martes, 29 de junio de 2010

Jose Gómez, artesano de la memoría

En Alaraz, mi pueblo, hay muchos artistas y los voy descubriendo poco a poco. Hoy os traigo la obra de José Gómez un artesano y artista que recupera fielmente, con mucho arte y con mucha paciencia nuestra memoria y nos deleita con obras tan bonitas como esta.



¡Bonito, muy bonito! A que sí.

miércoles, 23 de junio de 2010

Romance de Curro el palmo



Yo me quedo con Serrat ¿y vosotros?

V Concurso pintura rápida "Marina Gómez" en Alaraz

El Ayuntamiento de Alaraz en colaboración con la Casa Museo Marina Gómez convocan :
V CONCURSO PINTURA RÁPIDA “Marina Gómez” EN ALARAZ (SALAMANCA).
BASES :
Convocatoria Adultos.
1. Celebración
Sábado, 24 de julio de 2010, si el tiempo no lo impide, entre las 8,30 h. y las 16:00h.
2. Participantes
Podrán participar cuantos artistas lo deseen, mayores de 18 años, de cualquier nacionalidad con una sola obra.
3. Tema
El tema de la obra ha de tener como inspiración el municipio de Alaraz y su entorno, siendo la técnica libre. El cuadro ha de realizarse “in situ”, no aceptándose copiar de fotografía o similar.
4. Medidas
No inferiores a 73 x 60cm, ni mayores de 100 x 100cm y habrá de presentarse sin texturas, en blanco para su certificación en el Ayuntamiento, ubicado en la Plaza Mayor nº 1 entre las 8,30 y las 10 horas del mismo día.
5. Inscripción
Antes del 15 de julio a los teléfonos 913078184, 650426784 o 923.550.001 o por E-mail: artmarinagomez@yahoo.es
6. Recepción de las obras
La entrega de las obras sin firmar, se realizará entre las 16 y 16,30 horas en la Plaza Mayor del pueblo donde quedarán expuestas al público en los caballetes correspondientes y se procederá al fallo del jurado.
Las obras seleccionadas, deberán ser firmadas, consignando al dorso: Nombre del autor, título de la obra, técnica , medidas y precio……
7. Fallo del Jurado
Se dará a conocer sobre las 18,30 horas. A continuación se procederá a la entrega de los premios. El jurado estará compuesto por los miembros que designe la Organización del Certamen.
8. Exposición de obras Seleccionadas y Premiadas
Se realizará una exposición con las obras premiadas y seleccionadas en la Sala de Exposiciones “Anexo Museo Marina Gómez” del 1 al 15 de agosto de 2010.
La Fundación Germán Sánchez Ruipérez igualmente organizará una exposición del 15 al 30 de septiembre con las obras premiadas y seleccionadas en su Sala de Exposiciones de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca).
9. Premios
Las obras premiadas, pasarán a la propiedad de los patrocinadores; esto supone la plena cesión de la obra y la total disponibilidad sobre la misma para su exhibición, reproducción y explotación comercial.
El importe de los premios quedará sujeto a las retenciones legales que marque la ley.

Se establecen los siguientes premios:
Ayuntamiento de Alaraz………………………………….1.500€
Premio Votación Popular (Anónimo)………………… 1.000€
Limcasa (Salamanca)………..…………………………... 700€
Clínica Dental Perio-Salamanca…………………………. 650€
Diputación Provincial de Salamanca…………………….. 600€
Museo Marina Gómez…………………………………… 500€
Autoescuela Km UNO-Salamanca……………………….. 300€
Placa……………………………………………COPE Peñaranda
Premio artista Local………………………………………. 150€

El 2º Premio se concederá por Votación Popular y solo podrán ser votados los concursantes que vengan de fuera. Se seleccionarán los tres cuadros más votados y el jurado dará el premio a uno de ellos. El Premio Artista Local lo concederá el Ayuntamiento de Alaraz y podrán participar sólo pintores del Municipio.
10. Retirada de las obras
Las obras premiadas pasarán a ser propiedad de las entidades patrocinadoras y del propio municipio.
Las seleccionadas y no premiadas se recogerán en el Ayuntamiento (por el autor o persona autorizada) del 5 al 30 de octubre de 2009 en horario de 9:00 a 13:00 horas. Las obras no retiradas se considerarán donadas, pasando a formar parte de la colección del Ayuntamiento.
11. Organización
No habiéndose suscrito póliza de seguros, la organización no se responsabiliza de posibles pérdidas o daños. La participación al Certamen supone la aceptación de las presentes bases.


Convocatoria infantil: Se aceptarán las mismas Bases que para los adultos.
Cada autor podrá participar con una sola obra. La técnica a emplear será libre, con lápiz, barras de cera, acuarela o guache etc. y el soporte papel blanco que proporcionará la organización. Se concederán los siguientes premios:
1ª Categoría: De 6 a 9 años. Empresas de Alaraz.
2ª Categoría: De 10 a 13 años. La Tahona. Salamanca.
3ª Categoría: De 14 a 17 años. Clínica Dental Drs. Rodrigo. Madrid.
Habrá premio para todos los concursantes.
Los concursantes tienen que pintar al aire libre, (no se puede pintar en casa), quien no cumpla las normas quedan descalificados.
Coordinadora Marina Gómez. Para más información . Telf: 650.42.67.84---91.307.81.84
E-Mail: artmarinagomez@yahoo.es
Ayuntamiento de Alaraz……………………………… Telf: 923.550.001 Confirmar asistencia
Alojamiento:Hostal DOS HERMANAS. Tfno y Fax 923555069-bardoshermanas@telefonica.
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Animo a todos los pintores, chicos y grandes, a que participeis.
Será muy divertido y los premios, como véis, no están nada mal.

domingo, 20 de junio de 2010





Se acaba la primavera
y a mi alegría sólo le queda una flor...

viernes, 18 de junio de 2010

Caza de ballenas




Queridos amigos y amigas,
La próxima semana, los miembros de la Comisión Ballenera Internacional se reúnen en Marruecos para votar sobre una propuesta que legalizaría la caza comercial de las ballenas por primera vez en el curso de una generación.

El resultado de la votación dependerá de las voces que se escuchen más claramente en la recta final de las negociaciones. La pregunta es si serán las del "lobby" comercial ballenero, ¿o la voz de los ciudadanos del mundo?

Más de 650,000 de nosotros ya hemos firmado la petición para proteger las ballenas -- ¡es hora de llegar a 1 millón! En la cumbre en Marruecos, un equipo de Avaaz está colocando grandes carteleras, publicando anuncios en los diarios, y armando un enorme contador que se actualizará constantemente con el numero de firmas en la petición -- todo para asegurarnos de que, desde el momento en que se bajen del avión, los delegados nacionales reciben un mensaje atronador: que el mundo no aceptará la matanza legal de las ballenas. Entra en la página de Avaaz.org y firma. Reenvía este mensaje a todos tus conocidos.

www.avaaz.org

Jose Saramago



Hoy viernes 18 de Junio, José Saramago ha fallecido a las 12:30 horas en su domicilio de Lanzarote, a los 87 años de edad, a consecuencia de un fallo multiorgánico después de una larga enfermedad.
El escritor murió acompañado de su familia, despidiéndose de una forma serena y plácida.

Fundación José Saramago
18 de junio de 2010

Ensayo sobre la ceguera

Se iluminó el disco amarillo. De los coches que se acercaban, dos aceleraron antes de que se encendiera la señal roja. En el indicador del paso de peatones apareció la silueta del hombre verde. La gente empezó a cruzar la calle pisando las franjas blancas pintadas en la capa negra del asfalto, nada hay que se parezca menos a la cebra, pero así llaman a este paso. Los conductores, impacientes, con el pie en el pedal del embrague, mantenían los coches en tensión, avanzando, retrocediendo, como caballos nerviosos que vieran la fusta alzada en el aire. Habían terminado ya de pasar los peatones, pero la luz verde que daba paso libre a los automóviles tardó aún unos segundos en alumbrarse. Hay quien sostiene que esta tardanza, aparentemente insignificante, multiplicada por los miles de semáforos existentes en la ciudad y por los cambios sucesivos de los tres colores de cada uno, es una de las causas de los atascos de circulación, o embotellamientos, si queremos utilizar la expresión común.
Al fin se encendió la señal verde y los coches arrancaron bruscamente, pero enseguida se advirtió que no todos habían arrancado. El primero de la fila de en medio está parado, tendrá un problema mecánico, se le habrá soltado el cable del acelerador, o se le agarrotó la palanca de la caja de velocidades, o una avería en el sistema hidráulico, un bloqueo de frenos, un fallo en el circuito eléctrico, a no ser que, simplemente, se haya quedado sin gasolina, no sería la primera vez que esto ocurre. El nuevo grupo de peatones que se está formando en las aceras ve al conductor inmovilizado braceando tras el parabrisas mientras los de los coches de atrás tocan frenéticos el claxon. Algunos conductores han saltado ya a la calzada, dispuestos a empujar al automóvil averiado hacia donde no moleste. Golpean impacientemente los cristales cerrados. El hombre que está dentro vuelve hacia ellos la cabeza, hacia un lado, hacia el otro, se ve que grita algo, por los movimientos de la boca se nota que repite una palabra, una no, dos, así es realmente, como sabremos cuando alguien, al fin, logre abrir una puerta, Estoy ciego...

Otro buen hombre que se nos va...
Aunque nos queden sus libros, no es un consuelo. Nos han robado muchos más

Fili Plaza, escultora de emociones


Titular del periodico "De Gratis" Salamanca 18 de Junio


Fili Plaza.
Nace en 1957 en Alaraz (Salamanca). Realiza sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona.
De la hondísima y trágica poesía, ha tomado Fili Plaza esos torsos, hombres y mujeres, sobre los que parece pesar un extraño vacío y silencio.








Escultora en sus inicios, Fili Plaza empezó en 2003 a llevar el arte a complementos de casa, y diseñar joyas para su ser preferido: la Mujer.











Somos del mismo pueblo y del mismo tiempo. Quizás, hayamos jugado en la plaza bajo las acacias, dado volteretas en la barandilla del puente, compartido patines y escuela, saqueado melonares y huertas pero no lo recordemos, o quizás no . No importa, porque te he descubierto, eso sí de una forma casual, en las páginas de un periodico y quiero darte la enhorabuena por el reconocimiento a tu arte y las gracias por no olvidarte de tus orígenes. (una Alaraceña)

martes, 15 de junio de 2010

Escuchando


CARUSO

Qui dove il mare luccica
E tira forte il vento
Su una vecchia terrazza
Davanti al golfo di surriento
Un uomo abbraccia una ragazza
Dopo che aveva pianto
Poi si schiarisce la voce
E ricomincia il canto
Te voglio bene asaie
Ma tanto tanto bene sai
E una catena ormai
Che scioglie il sangue dint’e vene sai
Vide le luci in mezzo al mare
Penso alle notti in la america
Ma erano solo le lampare
E la bianca scia di una elica
Senti il dolore nella musica
Si alzo dal pianoforte
Ma quando vide la luna
Uscire da una nuvola
Gli sembro dolce anche la morte
Guardo negli occhi la ragazza
Quegli occhi verdi come il mare
Poi all’improvvisso usci una lacrima
E lui credette di affogare.
Te volglio bene assaie
Ma tanto tanto bene sai
E una catena ormai
Che scioglie il sangue dint’e vene sai
Potenza della lirica dove
Ogni dramma e un falso
Che con un po’ di trucco e con la mimica
Puoi diventare un altro
Ma due occhi che ti guardano
Cosi vicini e veri
Ti fan scordare le parole
Confondono y pensieri
Cosi diventa tutto piccolo
Anche le notti la in america
Ti volti e vedi la tua vita
Come la scia di un’ elica
Ma si e la vita che finisce
Ma lui non ci penso poi tanto
Anzi si sentiva gia felice
E ricomincio il suo canto.
Te voglio bene assaie
Ma tanto tanto bene sai
E una catena ormai
Che scioglie il sangue dint’e vene sai

Mi homenaje a la que fue LA VOZ de AMÉRICA, la voz de la rebeldía durante tanto tiempo, la voz con la que muchos se sintierón y se sienten aún identificados, la voz que hay que recuperar ante tanta opresión, ante tanta injusticia.

lunes, 14 de junio de 2010

miércoles, 9 de junio de 2010

Recomendando



JUAN GELMAN : EL GRAN POETA EN PRIMERA PERSONA

Mis viejos vinieron de Ucrania. Judíos los dos, mi madre pertenecía a una familia de rabinos en la cual el cargo se iba heredando al hijo mayor. Mi padre, en cambio, era de una familia humilde, de oficio carpintero. El se había casado una primera vez y con su esposa habían tenido dos hijos. Uno de ellos, el mayor, Boris, que tendría mucho que ver con mi gusto por la poesía. Mi papá llego por primera vez a la Argentina en 1912 o 1913, antes
de la guerra. Su mujer y sus hijos habían quedado allá en Ucrania. Cuando se produjo la revolución rusa, mi viejo (activo militante en la revolución de 1905), volvió a su patria a reunirse con su familia. Pero le impidieron entrar al país. No hay que olvidar que había una guerra de 18 países contra la revolución rusa. Entonces, trato de que su mujer y sus hijos pudieran salir. Arregló todo para cruzar un río y escaparse en un botecito. Pero en el medio de la travesía se les dió vuelta el bote y su mujer y su hijo menor murieron ahogados. Boris se salvó porque un soldado se tiró al agua y lo sacó de los pelos. Después, mi papá y Boris decidieron quedarse. Allí, mi padre conoció a una muchacha estudiante de medicina en Odessa y se casó con ella, mi madre. Tuvieron otro hijo y en 1928 decidieron irse de la Unión Soviética. Mi padre se fue desilusionado de la URSS. Siempre se hablaba de la inmigración blanca, pero mi viejo formó parte de la inmigración obrera que se retiraba de la revolución rusa por no ver los cambios profundos que se decían. Llegó a la Argentina en 1929 y en 1930 nací yo, único argentino de esa familia.


Mi primer recuerdo es de muy chico. Tenía un perro que se llamaba Negrito. Una tarde se había escapado y yo salí a buscarlo. Me veo sentado en medio del empedrado de la calle, llorando al lado del cadáver del Negrito, arrollado por un coche. En esa época, cuando por las calles de mi barrio, Villa Crespo, pasaba un coche, todos los vecinos salían a aplaudir. ¡Pucha! Qué mala suerte la del Negrito. Boris, un gran lector, me recitaba poemas de Pushkin en ruso. Yo tenía cinco años y no entendía nada. Claro, no sabía ni media palabra en ruso. Pero Boris me recitaba y yo quedaba fascinado con aquellas palabras raras pero llenas de musicalidad, de ritmo. Pienso que aquellas lecturas de mi hermano definieron mi posterior amor por la poesía. Yo le asaltaba la biblioteca, llena de aquellos libros de ediciones Thor.


Esos libros tenían, como máximo, creo que 196 páginas. Y cuando la novela superaba esa cantidad, igual terminaba ahí. A los ocho o nueve años, enamorado de una vecinita de once, empecé a mandarle poemas para que ella se fijara en mí. Como no los escribía todavía, copiaba versos de Almafuerte y se los mandaba. Pero la seducción no dió resultados, así que pensé que iba a tener que escribir mis propios poemas. Y arranqué, contando sílabas con los dedos, como decía Marechal. De todos modos, jamás pude enamorar a esa chica. De ese desplante y de ser hincha de Atlanta, me quedó la tristeza para toda la vida. Empecé a estudiar Química pero largué. Primero, tenía que laburar para poder comer. Y, además, porque pensé que la poesía también era una forma de la química que me interesaba más. Y, allá a los veinte años, decidí meterme de lleno en los versos. Claro que no era sólo cosa de estar escribiendo todo el día. Iba al café, donde la barra se dividía entre los hinchas de Atlanta y los de Chacarita, jugaba al billar, discutíamos a los gritos. También despuntaba el vicio en los picados que se armaban en las cortadas del barrio. Me batían "El pibe taquito". Me perdía miles de goles por partido, pero nunca dejaba de usar el taquito para empujar la pelota. Siempre creí que me salía lo más bien, pero teniendo en cuenta las puteadas de mis compañeros, parece que no rendía mucho para el equipo. Amigos de entonces, del barrio: Isito, el Buby, Carly, Rubén, el Pelado, la barra. Crecimos juntos. Y, aunque después me metieron en un colegio nacional egregio, como lo es el Nacional Buenos Aires, seguí viéndolos. Incluso después de casado seguía en contacto con el barrio. Con "los muchachos". Pero, a veces, muy de vez en cuando, me parece entender como cambia la edad de los muchachos con el paso del tiempo. Ahora, cuando le digo a mi esposa que voy a ver a "los muchachos", ella me mira como diciendo: "¿Muchachos?".


Es sabido, las mujeres no entienden de esas cosas. Ellas creen que uno crece. En el colegio era un buen alumno. No extraordinario, pero hacía los deberes, me manchaba los dedos con tinta más de lo que ponía en las hojas de carpeta. En el Buenos Aires estudiaban los hijos de los militares y de los oligarcas. Yo no era ninguna de las dos cosas y, además, era judío. Pero nunca me jodieron mucho. Lo que no creo que sea una casualidad es que, después de clase, yo volvía al barrio, a Villa Crespo, al bar y al billar, a la milonga, a "los muchachos" que no iban al Nacional. Por esa edad, quince o dieciséis años, conocí el centro. Contar lo que me pasó, como a cualquier
otro pibe, sería escribir un tango. Y soy malo escribiendo tangos. A los quince me metí en la Juventud Comunista. Había un club en el barrio y yo estaba metido de lleno ahí. Era tiempo de Perón, y la barra se dividió en dos: estaban los peronistas y estábamos los "democráticos". Era curioso, por momentos llegábamos a no hablarnos. ¡Quince años y ya con rivales ideológicos! Pero no odiaba a los peronistas. En realidad, nunca rompí con esos muchachos ni ellos conmigo. Nos unían historias comunes: noviecitas, milongas, horas de bar. Había un gran amigo peronista que se llamaba Alfredito, el hijo de la pollera. Pensándolo bien, todos somos hijos de la pollera. Pero él era hijo de una mujer soltera que trabajaba en el mercado vendiendo pollos y gallinas: la pollera. La cuestión es que Alfredito fue el que nos enseñó a bailar el tango a toda la barra. ¡Cómo te ibas a pelear con Alfredito! Alfredito tenía una nariz extraordinaria y unos anteojos culo de botella que eran el hazmerreír. Pero se levantaba a todas las minas porque bailaba como los dioses. Una vuelta, con los años, volví al barrio y me
enteré que Alfredito se había ganado la grande dos veces y se había convertido en prestamista. Y a los que más jodía con los intereses era a los amigos. Pero todos seguían queriéndolo. Fútbol, café, billar, la milonga donde íbamos a algo más que a bailar. A esas cosas que se hacen pero no se dicen. La adolescencia era eso. Y la
militancia en el colegio. Claro que también despuntaba ya la poesía. La poesía tenía que ver también con los amigos y con la creación del grupo El Pan Duro. De un modo mas o menos natural coincidimos en ese grupo varios
reos que escribíamos: Héctor Negro, Hugo Di Taranto, Somigliana. Nos reuníamos y organizábamos recitales. Al final decidimos editarnos. Cada uno presentó un libro, entre los cuales eligieron primero el mío, Violín y otras
cuestiones. Vendíamos bonos por cada libro antes de ser editado. Y el viejo Gleizer, que ya no publicaba, nos prestó su sello.


"En un momento, cuando rompí con la organización, estaba condenado por la Triple A y por los Montoneros. ¡Qué cosa rara! Yo era una especie de happy hour para la condena a muerte." Conocí a Raúl González Tuñón en un recital que hicimos en el teatro La Máscara. El escribió el prólogo de mi libro. No sé si lo aprendí, pero Raúl
González Tuñon me enseñó la finura. Una finura extraordinaria. Él vivía modestamente de su trabajo en el diario Clarín como crítico de arte. Y nunca lo vi en una actitud resentida. Era un apasionado. Cuando se produce la ruptura URSS-China, él estaba con China, sólo porque Mao escribía poesías mientras que Kruschev era hijo de molineros. Amigos, amigos dentro del Partido Comunista éramos Andrés Rivera, Portantiero, José Luis Mangieri, el
Oso Smoje. No es una casualidad que casi todos nos fuimos juntos. Algo raro: a mí me echan del PC por haberme ido. ¡Caso serio! Había una discusión: yo era el corresponsal de la agencia china en el país y la dirección del PC
quería que yo largara. No entendía: para mi China seguía siendo una revolución, aunque no estuvieran alineados con la Unión Soviética. Yo no discutía la cuestión internacional, discutía la línea política nacional. Y llegó un momento en que no había discusión posible. De modo que les escribí a los chinos diciéndoles que si querían la agencia, yo me iba con mucho gusto. Ellos me contestaron que de ninguna manera, que querían que me quedara. Y me fui del partido en mayo de 1964. Un mes después, el secretariado general decidió expulsarme. Parece que es la costumbre de todos los partidos comunistas. Una vez, en París, el alcalde de un pueblito me invitó a comer junto a un poeta del PC francés. Este poeta quería que le contara al alcalde cuál había sido la verdadera causa de mi expulsión. Yo le conté, y el alcalde, muy suelto de cuerpo, dijo: "Naturalmente, es lo normal".


No tenía pensado militar en otro lugar. Formábamos un grupo que se preguntaba qué hacer, para dónde ir. Portantiero, con un sector de la juventud universitaria comunista, crearon Vanguardia Socialista, pero yo no entré. Fueron unos años sin mayor adscripción partidaria. Después, claro, se produjo la muerte del Che Guevara, la derrota en Bolivia, y decidí entrar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, las FAR. Y al poco tiempo se produjo la fusión con otras entidades guerrilleras. Creía en una revolución en el país. Una revolución no sé si posible, pero indudablemente necesaria. Una revolución que por 1973 me parecía al alcance de la mano. El New York Times
publicó que ningún movimiento guerrillero tenía tanta aceptación popular como la que había obtenido Montoneros en la Argentina. La muerte del Che fue un dolor extraordinario. Mucha gente en todo el continente había depositado en su figura una enorme cantidad de esperanzas. Con el tiempo, comenzamos a analizar lo que pasó, los riesgos del foquismo, esas historias. Pero en ese momento era un símbolo, no sólo para quienes estábamos interesados en la revolución o en la lucha armada. Por ese entonces, yo trabajaba en Confirmado, donde incluso gente de derecha no podía dejar de lamentar su muerte: por su ejemplo, por su integridad, por haberse jugado la vida por sus ideas. Hoy puede parecer algo simple, pero no lo era tanto en ese momento.


Por ese entonces, Paco Urondo y yo teníamos la misma edad: 42, 43 años. Rodolfo Walsh era un poco mayor que nosotros. Veníamos con una experiencia detrás. La organización Montoneros nunca tuvo una ideología unificada.
Convivían muchos matices, muchas posiciones. Rodolfo era un tipo de una claridad y una lucidez muy grandes. Y duro, no en el sentido personal, sino en no hacer concesiones con la ideología o la línea. Paco era mas flexible.
Pero convivíamos todos: literaria e ideológicamente. Hasta el momento en que Rodolfo se aleja de la organización y comienza a mandar documentos críticos a la conducción que no le daba ni cinco de pelota. A Paco lo mandaron a Mendoza, donde lo iban a matar poco tiempo después. Los dos estaban escribiendo. De Paco se perdió un libro completo, del que salieron algunos poemas en Crisis. Rodolfo estaba escribiendo una novela, tenía varios cuentos y pensaba hacer un libro de semblanzas de los amigos. Todos teníamos muchos proyectos literarios.


Sólo tuve contacto con Galimberti o con Firmenich recién en el exterior. Y en el exterior se tiene un tipo de praxis muy diferente. En el país, el referente es inmediato, y una equivocación se nota enseguida. Pero eso no impidió que rompiera con Montoneros. Para mí era necesario hacerlo. Estaba esa locura de la contraofensiva. Se decía en 1977 o 1978 que la dictadura era un boxeador groggy y que sólo era necesario meterle un sopapo para liquidarla. Era arriesgar la vida de muchos compañeros en el exilio, y yo no podía estar de acuerdo con eso. Claro, no me echaron porque me fui: me condenaron a muerte. Una ligera diferencia. Condenado por los dos lados: la Triple A y los Montoneros. ¡Qué cosa rara! Yo era una especie de happy hour para la condena a muerte. Siempre supe que la poesía no tenía temas prohibidos. El tema de la poesía es la poesía. Por supuesto no escribiría un poema a Hitler, ni siquiera para putearlo. Por eso sigo escribiendo todos los días, siempre de noche. Claro que escribir poesía no es una mera cuestión de voluntad. Cuando me toca me toca, y no hay vuelta. Hubo un momento, en París, en que me tocaba todas las noches. Estaba enloquecido con lo que escribía. En aquel departamento yo tenía un gato al que le había enseñado a saltar al techo vecino desde la ventana de mi escritorio y de ahí a la calle. Todos los gatos del barrio estaban operados, pero este no. Y se montaba a todas las gatas de la cuadra con su acento latinoamericano. La cuestión es que mientras yo escribía, él se quedaba sobre el escritorio. Y cuando yo me iba a dormir, él se iba a lo suyo. Una noche se me ocurrió leerle. "Gato, te voy a leer algo que me gusta mucho." Era un poema largo de Anunciaciones. Arranqué y de inmediato el gato saltó disparado por la ventana. Pensé que era un ingrato. ¿Quién le daba de comer a ese gato: Borges o yo? Pero no, el gato era un crítico literario. El bichito me quería como persona, pero no como poeta.


Viví la vuelta a la democracia desde París con muchas ganas. Estaba preparando la valija cuando un amigo me llamó para decir que no volviera, ya que el juez Pons tenía abierto un proceso contra mí. Si volvía, me encanaban. Y me seguí quedando. Proceso, captura recomendada, prisión preventiva si llegaba al país. Tuvieron que pasar más de cuatro años para que pudiera volver. Me molestó, claro, pero no me dije que a la Argentina no volvía más. No odio la Argentina. Son los militares los que se confunden creyéndose la Argentina. Yo nunca voy a confundir a los militares con la Argentina.


Lo que sí noté, después de tantos años de exilio, los cambios en el país. Y, por supuesto, mis propios cambios. Uno cambia de condición en el exilio. Fue un periodo de mucha reflexión, y no solo de ideologías políticas. Había
gente que tenía imágenes, a mi juicio, bastante simples: el exilio tiene una cara buena y una cara mala. La cosa iba mucho más allá: la cultura de la gente, los idiomas, los hábitos. Todo eso va cambiando la forma de mirar.
Olores y sabores hay en cualquier país del mundo. La Argentina tiene los propios, y puedo reconocerlos todavía, a pesar de los cambios míos y del país.


(Juan Gelman prefirió no mencionar dos temas importantísimos en su vida: la desaparición de su hijo y su nuera, y la recuperación de su nieta.)

Testimonios recogidos por Miguel Russo - Publicado por REVISTA 23 N°170
Distribuido por REDH (Red Solidaria por los Derechos Humanos)-Recosur Córdoba
RADIO SUR FM / Recosur

Encontrado en: http://www.comcosur.com.uy/edi_anter_Recosur/22-10/recosur_bol_arg.htm


Y así nos habla Juan Gelman en sus poesías...


"...Llena de signos y de árboles,ella cruza la noche como un fuego
o un río,asciende en el silencio y la memoria,es infinita como un hecho,la
existo, la conduzco, yo soy su certidumbre..."
(Juan Gelman)

¿No os parece una maravilla?

martes, 1 de junio de 2010

El peligro de una sola historia





Chimamanda Ngozi Adichie escritora Nigeriana.