Allí
bajo los
titanes robles,
dispuestas
esperan
las hacinas.
Es noche poderosa,
noche para
suscitar
todos los misterios,
todo el
delirio,
todo el amor,
como un
ardor
de única
brasa
en la planta
de los pies.
En la noche,
las hogueras
escupen
en fugaces
chispas,
como si se
nos hubieran
caído las
estrellas,
todo lo
viejo
todo lo
desatento.
En la noche,
lo indeseado
el humo
que nos
niega
el horizonte.
Apresúrate
mujer
a recoger la flor del agua
antes de que
claree,
ve en busca
de la rociada
que asede tu
piel
que es noche
de voces
quedas,
de sombras
furtivas
retirándose
a lo intimo
de reconocer
un cuerpo a
tu vereda.
NG
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