Desnuda...
Desnuda,
en la desmesura
de la seda malva,
dejo que mi alma aletee.
Y con la inercia
de un nuevo átomo
pegado a la piel
me abandono
a esta nueva epifanía.
Habito el cielo.
en la desmesura
de la seda malva,
dejo que mi alma aletee.
Y con la inercia
de un nuevo átomo
pegado a la piel
me abandono
a esta nueva epifanía.
Habito el cielo.
Magnífico sin paliativos. Abrazos
ResponderEliminarGracias José Luis por tu generoso comentario y por asomarte a mi blog, espero te guste...Un abrazo. Tienes blog?
ResponderEliminarGracias José Luis por tu generoso comentario y por asomarte a mi blog, espero te guste...Un abrazo. Tienes blog?
ResponderEliminarPerdona José Luis el despiste ya se que tu blog es Palabras efímeras y la verdad es que me ha encantado, tus entradas son muy interesantes y están muy bien contadas. Bss
ResponderEliminarTermino de leerlo y me he sentido desnuda; abandonada en una deliciosa sensación que no sé explicarte.
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