lunes, 27 de enero de 2014

Poema a Cordoba



Guadalquivir cansado...

Guadalquivir cansado
me remanso en este llano
que me infunde temple,
me detengo en tu vientre.

Atrás dejé los acebuches
de raíces milenarias,
los olivos desolados al sol,
la regia quietud
de las reses bravas,
atrás dejé las inmaculadas
garzas, bellas esfinges
entre los carrizos.

Y me miras mármol gris
desde los barandales
y eres Córdoba
un arpegio de azahares,
de brisas,
de silencios,
un espejismo
que temo desaparezca
si parpadeo.

Eres Córdoba
luna árabe,
luna triunfal
de arco inconcluso
plena de blancura
casi hiriente,
mora de mirada azabache
que hiende mi resistencia.


Y cerca ya de la arenosa puerta
solo quiero, Córdoba
ceñirme a tu cintura.

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